lunes, 17 de septiembre de 2018

Mis queridos abuelos adoptivos

Esta entrada va dedicada a todos mis abuelos "adoptivos" que conocí en los distintos ingresos hospitalarios.

Quiero empezar por Rafael, con quien contemplaba el avance de las obras del nuevo hospital de OU. Lo lista y guapa que era según la abuela Perfecta. Menudo abrazo me dio al despedirse. Los piropos de la abuela toledana y lo cariñosa que era con su marido. Miguel el malagueño y sus preciosas poesías. El veterinario jubilado de Salamanca que me hacía diseños de papiroflexia. Ver pasar a Paquita como un bólido por los pasillos, y que te enseñara sus labores de calceta.

Gracias a todos ellos, la espera era menos larga. Un enorme abrazo.

domingo, 15 de julio de 2018

Sexta operación

Después de la inesperada anterior operación, y dejando unos días de descanso en casa, emprendimos camino a Móstoles de nuevo.

Ingresé el 23 de febrero 2016, me operaron el 24, y el 29 de febrero ya volví a casa.

Como ya estaba más que acostumbrada a que me abrieran la traqueo, y a llevarla, la estancia hospitalaria fue corta. Lo que hicieron fue retirarme la cánula de baja presión que llevaba e insertar un nuevo tubo de Montgomery.

Esta era la tercera operación en menos de un mes, y las molestias al tragar continuaban, al igual que el dolor de oídos, que no disminuía. 

En el postoperatorio sólo vomité una vez, gracias a Dios.

sábado, 2 de junio de 2018

Carnavales en el hospital

El ingreso por la quinta operación coincidió con parte de la celebración de los carnavales, gran fiesta de mi provincia ourensana.

Más aburrida que una ostra, y por la gracia y maña de una de las enfermeras, que me disfrazó y también a parte del personal, con objetos de su uso diario, como vendas, tapones de medicamentos, restos de ramos de flores...Si hasta hicimos un photocall.

Momentos alegres para olvidar el motivo por el que estás allí.

sábado, 12 de mayo de 2018

Cánula de baja presión

En esta quinta operación me pusieron una cánula de balón, o de baja presión. Es de plástico duro, y tiene al final, por dentro, como un globito que se puede inflar. Tiene un tubo muy estrecho que sale a la parte exterior y que vale para insuflar aire.

Los primeros días tenía la sensación de tener el balón inflado porque me costaba mucho respirar, a pesar de tener la traqueo abierta. Y como en la primera operación, algo parecido a congestión nasal o taponamiento de nariz cuando en realidad respiraba por la traqueo.

Es mucho más aparatosa que la de plata, y resultaba más incómoda para retirar la interior y limpiar.




miércoles, 14 de marzo de 2018

Quinta operación

Y tras la cuarta, llegó la quinta, el viernes 5 de febrero de 2016. En Ourense, con ingreso del 5 al 11 de febrero.  
                                                                                                       
Ese mismo lunes llegamos de Móstoles, y se esperaba que fuera el viernes a OU a quitar los puntos de la traqueo, como siempre. En principio, todo saliera bien. A veces aún me notaba el estridor, pero como digo, con los nervios se intensificaba.

Me hicieron una laringo para ver cómo estaba todo y vieron una estenosis con un grosor considerable, a una semana escasa de la anterior operación. 

El jefe de servicio de aquí llamó al jefe de Móstoles y le comentó que estaba estenosando, acordaron realizar una traqueo de urgencia, colocando una cánula de baja presión, y en cuanto pudiera, de vuelta a Móstoles.

Estaba un poco flipada con todo. No me podía creer que tuviera que pasar por el cuchillo de nuevo. No iba preparada y tuvieron que ir a buscar lo imprescindible a casa. Prepararte para quirófano en medio de un pasillo, guardar tus cosas en una bolsa de plástico, e intentar hacerme entender por gestos ya que no podía hablar.

Se realizó con anestesia local porque tenía muy reciente una general y no era bueno abusar, con lo cual oía todo (el mosquito, hacemos charnela?, limpia aquí, mira esto….). Olía a chamusquina cuando cauterizaban y pensaba, "ay, dios mío". Aunque no dolía en el sentido estricto sí que notaba los tirones.

Tenía los brazos inmovilizados, y juraría que también los pies. Estaba tan nerviosa que sudaba sin parar, la pinza del dedo para medir el oxígeno resbalaba, y debía tener las pulsaciones a punto de reventar el aparato, tanto que al poco de empezar una enfermera me agarró la mano para que la apretara si sentía molestia, y también me daba sensación de seguridad.

Pegaron como una especie de gasas a los lados de la cara, por las orejas, y luego una sabanita verde tapando la cara, y ahí fue…me entró un agobio de no poder respirar. Ya respiraba con dificultad por mi problema, añadido a los nervios del quirófano…

Huelga decir que se portaron todos súper bien. No paraban de tranquilizarme y de explicarme lo que iban haciendo. Pasó todo rápido, gracias a Dios.

Como era de esperar, siguieron las molestias al tragar. Pero no hubo vómitos postoperatorios ya que la anestesia fue local.

sábado, 20 de enero de 2018

Cuarta operación

Cuarta operación, el 27 de enero de 2016, en Móstoles. Ingreso el 25 y me dan el alta el 1 de febrero.

Esta vez era para limpiar una pequeña estenosis, o granuloma, algo extra que tenía en la laringe. Mi cirujano decidió abrir traqueo y cerrarla en la misma operación, mucho mejor que intubar, que además es una de las causas que provocan la estenosis. Y viendo mi velocidad supersónica en crearla, mejor.

No hubo vómitos tras la operación, pero sí la sensación de molestias al tragar de siempre (de siempre que me operaban), y el dolor de oídos era más intenso (por el volumen de la tele, sonidos estridentes...). Todas estas incomodidades se alargaron unos 2 meses.