jueves, 11 de noviembre de 2021

Pistas e indicios

A finales de enero 2020, voy a urgencias con un cuadro de ansiedad preocupante y una disnea exagerada. No lo relacionan con mi enfermedad y lo único que me recetan son tranquilizantes varios que no me hacen nada. Me veo obligada a coger la baja laboral. Era incapaz de ducharme, o lavarme el pelo, o dar 3 pasos sin que me diera un ataque de ansiedad o me cansara enormemente. Me ponía a cortar algo para preparar la comida y me tenía que sentar. Ya no digamos subir uno o dos peldaños de escaleras. Todo se juntaba con las escasísimas horas de descanso nocturno por las constantes taquicardias.

Ahora echando la vista atrás, me da una rabia enorme que tanto los médicos como en mi casa nadie me creía cuando decía que no podía respirar, que me costaba andar, que no podía subir escaleras. Decían: eso son nervios; deberías andar más para relajarte, no te hacen falta tranquilizantes; no te quieres curar (cuando me sentía incapaz de salir de casa para ir al médico, PORQUE NO PODÍA, CO****); se enfadaban, como cada vez que tuve recaídas, como si la culpa fuera mía y no hiciera lo suficiente.

En esa época tenía prevista una visita a Madrid para una de las revisiones anuales y se anuló, en parte por mi estado, y en parte por el temor que empezaba a circular por la peligrosidad del coronavirus en el ambiente.

sábado, 18 de septiembre de 2021

Más revisiones post-cierre traqueotomía

En agosto 2017 me reducen el tratamiento de corticoides a 7,5 mg. Seguimos medianamente bien hasta marzo 2018, cuando me da un brote con sensación de ahogamiento, disnea, cansancio, etc. Me ponen tratamiento de 60 mg prednisona durante 3 días, luego mes y medio con 30 mg diarios, y finalmente 10 mg. 

En diciembre 2018, en una revisión en OU, me hacen unos videos y los mando a Madrid. Primitivo dice que ve algo de estenosis y que me quiere ver mejor en Madrid porque igual hay que operar, nooooooooooooo.

Voy a revisión en Madrid en enero 2019. Resultado, con las cosillas de siempre, pero bien.

El verano de 2019 es un poco caótico. Primero fue la rotura de la muñeca izquierda por una caída, y teniendo en cuenta el estado de mis huesos por el consumo de corticoides, no es de extrañar. También tengo varias crisis donde me quedo por momentos sin respirar, no sé si debido a una gran inflamación, o estrechamiento por mi enfermedad, o por tapones de moco. La revisión de Madrid de ese agosto no muestra nada demasiado anormal. 

domingo, 11 de abril de 2021

Y llegó el alta (y los comentarios de gente estúpida)

Tras 2 años de baja desde la primera operación, en abril de 2017 llegó el alta por agotamiento de plazo. O eso, o darme una incapacidad revisable. En las inspecciones médicas me preguntaban:  ¿qué quieres?, y yo, pues volver a mi vida lo más normal posible. Decían: es que eres muy joven; aún estás en período de recuperación; no te vamos a jubilar...

Al volver a mis clases, hubo gente cruel, estúpida, cretina, impertinente, y todos los adjetivos similares que puedan existir, que con sus comentarios cuando me oían hablar, más que herirme, me hacían cabrear muy mucho. He aquí una muestra:

-          ¿Y con esa voz qué haces? No sé si estás para dar clases, claro que yo no soy médico.

-          ¿Pero aún seguimos así?. No sé yo, no sé yo, la otra profe hablaba más.

-         Cuando me dijeron que te dieran el alta no sabía si darte la enhorabuena,..... o el pésame (este me cabreó sobremanera, el muy *** aún se reía cuando lo decía)

-          Sin preguntar qué tal ni nada, soltar directamente, pero ¿ese es tu tono de voz? ¿Y cómo haces? ¿Y los médicos que te dicen?. Yo: pues pasé varias inspecciones médicas y me dieron el alta. El otro: ya, pero se basarán en criterios médicos. Yo: claro *** y tú no lo eres.

sábado, 20 de febrero de 2021

Revisión febrero 2017

Pasaron 6 meses y tocó revisión de nuevo en Madrid. Primitivo ya jubilado del hospital pero aún así me quiere ver en su consulta, y yo no soy nadie para negarme teniendo en cuenta la vida extra que me dio. El 13 de febrero de 2017 lo visitamos. Fue una emoción increíble al verlo, ya fuera del hospital. Me hizo una laringoscopia con mucha anestesia y me vio estupenda. Se observan restos de la estenosis, pero es normal después de tanta tralla. Lo más importante es el buen paso de aire y que estoy apta para lo que sea. Me recomendó hacer más ejercicio del que pueda.

 Al día siguiente fuimos a revisión al hospital de Móstoles. Todos me veían estupenda, médicos, enfermeras, auxiliares, felices de vernos en buenas circunstancias. Me hicieron otra laringoscopia con más anestesia.