Acabo de llegar de mi último ingreso hospitalario, esta vez en Móstoles, muy cansada pero animada, y como siempre me dicen, sin perder esa sonrisa con la que recibes a todo el mundo.
Pasar tiempo en el hospital siempre es aburrido y agotador, por eso se agradecen las notas de humor.
Cada vez que abren un producto le ponen la fecha, y esto lo encontré sobre uno de los carritos en uno de los paseos por el pasillo. Estaba en un bote de clorhexidina. No me pude resistir a sacarle una foto.
Humor hospitalario |
No hay comentarios:
Publicar un comentario