Desde Reyes llevaba
notando el dichoso estridor al respirar, pero no siempre. Cuando me oía, me agobiaba; pensaba que la gente me oía y aún me agobiaba más.
Cada vez que se acercaba
la fecha de la revisión (para finales de enero) tras las operaciones de noviembre
y diciembre, me ponía más nerviosa.
Me notaba cansada con mucha frecuencia, con demasiada frecuencia. Todo me
recordaba la sensación previa a la primera operación. Cada vez iba a más.
Incluso me grabé y mandé los audios a mi otorrino de Móstoles. Dijo que no le gustaban nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario