martes, 8 de diciembre de 2020

¿Corticoides? Culpables!!!

Tras la ¿última? operación (11 julio 2016), tuve revisión en Móstoles el 8 de septiembre. Todo en orden y a seguir con corticoides. Como no se sabe la razón de mi enfermedad, solicitan cita para un reumatólogo, y para no ir a Móstoles, me mandan al Canalejo a Coruña. Viendo mi historia, llegó a la conclusión de que era una recidiva de la TB de hace 15 años!!!. Miró las articulaciones, y al llevar tiempo con corticoides, concluyó que perdía calcio, y me recetó unas ampollas de vitamina D.

Antes de empezar a tomarlas, y por consejo de mi súper farmacéutica, fui al médico de cabecera a comentárselo y hacer un análisis para ver mis niveles. Pedí también el colesterol, que seguía por las nubes, como en la última analítica preoperatoria.

También fui a revisión oftalmológica, ya que, además, afectan a la vista, y tengo una miopía de caballo.

Unas semanas después, un día que salía del otorrino en OU me encontré al jefe de servicio de ginecología, amigo de la familia, y le comenté la historia. Me recomendó que hiciera una densitometría para ver como andaban los huesos. A raíz del tratamiento de cortisona tengo osteopenia, o pérdida de masa ósea. Recomendación, caminar “a paso acelerado y con la sensación de que no puedas ni hablar”, y mucho sol (le dije que, en verano, como los lagartos).

martes, 29 de septiembre de 2020

Octava operación

Ingreso de nuevo en Móstoles el 10 de julio para retirar la cánula de baja presión y cerrar ¿definitivamente? la traqueotomía. Me operan el 11 de julio y, por la buena evolución, me dan el alta el 14 de julio.

Recuerdo salir del metro a la calle camino del hospital y recibir como una bofetada de calor. Entre eso, el pelazo y las gasas de la traqueo, bufff.

En el análisis preoperatorio la vía se movió y hubo que pinchar una segunda vez, y, cómo no, la flexura morada.

En el día de la operación me levanté pronto, iba de segunda, y aún di varios paseos antes de ir al preoperatorio. La vía que me pusieron era demasiado gorda y no progresaba, hubo que pinchar otra vez. El tiempo que pasé allí se me hizo eterno.

En quirófano ya, preparación, colocación en camilla. Hasta escuché lo que me iban a hacer (un corte limpio). También escuché algo de propofol, y ya me veía como Michael Jackson.

Me desperté en la REA. La primera hora que recuerdo que me dijeron fue las 3 menos algo. Estuve hasta las 7 y pico. La segunda vez que tanto tiempo. 

Empecé a tener una tos que me agobiaba porque era muy cortante y me dejaba sin respirar. No se oía arrancar moco como en las otras veces. Y como no podía hablar las pasé canutas para explicarme. Al final me dieron un trozo de papel para escribir pero sin las gafas tampoco logré hacerme entender mucho. Avisaron a anestesista y otorrinos, que se pasaron a vigilarme unas cuantas veces. Hubo un momento en que parecía tener una tos fuerte y un torpedo de moco que tenía lo mandé a paseo. Las otras ya no eran tan agobiantes, se notaba algo de arranque. Lo normal tras una operación de estas es tener tapones durante unos días.

Preferí no tolerar en el mismo día ya que la anterior estuve con náuseas y vómitos. El segundo día bien, ya me levanté y toleré con dieta turmix.

jueves, 13 de agosto de 2020

Gastroenteritis

Un día, tras la séptima operación, me dio una gastroenteritis enorme. Comí demasiado rápido o le eché demasiada salsa a la comida, a saber (desde entonces las salsas quedaron desterradas de mis menús). No paré de vomitar en toda la noche. Me desmayé varias veces (en una que recobré la consciencia estaba agarrada a la taza del wc). Al día siguiente intenté cenar algo pero era incapaz, me fui a sentar al sofá y me desmayé de nuevo, no sé cuanto tiempo estuve así. Al despertar, mis padres estaban hablando con la ambulancia. Vinieron, me miraron el oxígeno, la tensión… y me recetaron suero durante unos días. Todo esto con la traqueotomía abierta, hay que recordar.

viernes, 12 de junio de 2020

Séptima operación

Tras pasar una temporada con el tubo de Montgomery para estabilizar la zona (unos 3 meses) ingreso en Móstoles el 31 de mayo y me operan el 1 de junio para retirarlo y poner una cánula de baja presión. No cierran el estoma de momento por precaución.

En la consulta de anestesia anterior a la operación estaba todo bien excepto una cosa. En el análisis de sangre me salió 251 de colesterol!!! No le dieron mayor importancia ya que tengo antecedentes genéticos. Comenté que el fin de semana habíamos celebrado cumpleaños familiares y tomamos mucho postre casero. 

A pesar de ello, yo estaba tan en shock que se lo dije a las auxiliares y enfermeras, y una me dijo, ¿en dónde? ¿en las uñas? El estar delgada no tiene que ver con ello.

El mismo día de la operación, por primera vez en todas las que llevo, me dejaron tolerar por la tarde, a la hora de la merienda. Empecé por unos sorbos de agua, y 2 cucharadas de yogur, que acabé vomitando. A la cena me trajeron dieta túrmix pero sólo pude probar un bocado, aún estaba muy revuelta. Más tarde acabé el yogur.

Al día siguiente ya me dieron dieta blanda, y milagro!!!!, apenas molestaba al tragar.

Me pareció que me salía mejor voz que con otras operaciones.

En la fibroscopia del 6 junio todo muy bien, sin granuloma, pero con una mínima sinequia. No sé si residuo de la operación o una nueva, que ya lleva eso mucha tralla.

Y el 7 de junio el alta en un día muy muy caluroso que aproveché para ir a la feria del libro de Madrid por el Retiro.