En esta última operación, con las visitas ya restringidas por el acecho del covid, recibo una que me hizo especial ilusión. Uno de mis otorrinos preferidos, Rafa, que me dice: "Tú por dar trabajo no sabes qué hacer". Y luego vino el abrazo más sincero de los que pueda recordar. El pobre tenía la cara desencajada. Y otro de los otorrinos que lo acompañaba dijo que me había portado como una campeona en la operación (que fue con anestesia local, que me enteraba de todo, y lo olía y oía todo!!!!)
El día que me iba (que me
despacharon cagando leches por el covid) vino la hija riquiña del paciente
riquiño a despedirse y me dedicó unas palabras que me hicieron llorar y me
llegaron al alma: "Realmente, con todo lo que llevas encima, y estar con esa
sonrisa siempre, eres un ejemplo!!!" Y nos dimos un abrazo, de esos que sientes
en todas partes.
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